La gestión fiscal de una empresa implica cumplir con numerosas obligaciones tributarias, desde la liquidación de impuestos hasta la regularización de pagos.
Y, en este sentido, a menudo, las empresas pueden enfrentar situaciones en las que no han cumplido con el pago de impuestos a tiempo, lo que genera deudas con Hacienda.
Sin embargo, estas deudas no permanecen indefinidamente activas, ya que la Ley General Tributaria establece plazos de prescripción. Esto significa que, pasado un tiempo, Hacienda pierde el derecho a reclamar esas deudas.
Ahora bien, ¿cuándo prescribe una deuda con Hacienda? A continuación, te lo contamos.
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Como decíamos, las empresas, al igual que los individuos, están obligadas a cumplir con una serie de pagos tributarios. Y, en ocasiones, el impago de alguno de ellos, puede derivar en deudas con el fisco.
En el caso de las empresas, estos son los impuestos más comunes que generan deudas con Hacienda:
Si la empresa no cumple con estas obligaciones a tiempo o presenta errores en sus autoliquidaciones, puede generar una deuda con Hacienda.
Ante esta situación, una de las dudas más comunes es saber si todas las deudas prescriben o solo algunas.
Y lo cierto es que sí, todas las deudas con Hacienda prescriben, pero el plazo y las condiciones para que esto ocurra dependen del tipo de deuda y de las acciones que se realicen.
Dicho esto, por lo general, la Ley General Tributaria establece un plazo de 4 años para que Hacienda pueda reclamar el pago de una deuda, aunque este plazo puede verse interrumpido en ciertos casos, lo que podría alargar considerablemente la posibilidad de prescripción.
Es importante entender que la prescripción no elimina la deuda, sólo impide que Hacienda pueda exigir su pago. La deuda sigue existiendo, pero el derecho de reclamación expira, lo que libera a la empresa de la obligación legal de pagarla.
Como decíamos, el plazo de prescripción de las deudas con Hacienda, según la Ley General Tributaria, es de 4 años. Este plazo empieza a contar desde el día siguiente al fin del plazo voluntario para presentar la autoliquidación o declaración correspondiente.
Por ejemplo, si una empresa presenta su Impuesto sobre Sociedades en julio, el plazo de prescripción comenzará a contar a partir del día siguiente al vencimiento del plazo de presentación, es decir, normalmente el 26 de julio.
Sin embargo, no todas las deudas tienen este plazo estándar. Existen plazos especiales para algunos casos, como la comprobación de bases imponibles negativas o deducciones pendientes de compensación, en cuyo caso Hacienda puede reclamar hasta 10 años después de que se generaron y declararon esas bases o deducciones.
Ahora que sabemos cuándo prescribe una deuda con Hacienda, es importante recalcar que dicha prescripción establece que, si Hacienda no ha reclamado el pago dentro de los 4 años desde la finalización del plazo de presentación de la autoliquidación, ya no podrá exigir ese pago.
No obstante, siempre va a depender de varios factores, principalmente de si en ese período de 4 años se produce una interrupción del plazo.
Por ejemplo, si Hacienda realiza cualquier tipo de notificación relacionada con la deuda, como una inspección o una regularización, el plazo de prescripción se reiniciará desde cero a partir de esa fecha.
Como podrás imaginar, esto puede extender el tiempo en que Hacienda tiene derecho a reclamar la deuda más allá de los 4 años iniciales.
Anteriormente, ya hemos visto algunas de las situaciones en las que el plazo de prescripción se puede interrumpir. Pero hay más.
Existen diversas acciones tanto por parte de Hacienda como de la empresa que pueden interrumpir el plazo de prescripción. Esto significa que el plazo vuelve a empezar desde cero, dificultando que la deuda llegue a prescribir.
Algunos de los motivos más comunes de interrupción del plazo:
Como resultado, es bastante difícil que una deuda prescriba sin que Hacienda haya hecho alguna acción durante esos 4 años. El sistema está diseñado para que cualquier acción, por mínima que sea, reinicie el plazo de reclamación.
¿Sabes ya cuándo prescribe una deuda con Hacienda? Con lo que hemos visto, podemos decir que las deudas con Hacienda prescriben en un plazo general de 4 años, pero este plazo puede verse interrumpido si Hacienda toma cualquier acción para reclamarla o si la empresa reconoce la deuda de alguna forma.
Además, si bien todas las deudas con Hacienda pueden prescribir, es poco probable que esto ocurra si la empresa o Hacienda toman medidas durante el período de prescripción.
Para evitar problemas futuros, es fundamental que las empresas gestionen sus obligaciones tributarias de manera responsable y puntual. Mantener un buen control de las fechas límite de presentación de impuestos, y estar al tanto de las posibles revisiones por parte de Hacienda, ayudará a reducir riesgos y mantener la gestión fiscal en regla.
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