Los pagos a la Agencia Tributaria tienden a robar incontables horas de sueño a los empresarios. No es para menos: los impuestos en España representan un gasto financiero considerable.
Sin embargo, con una buena estrategia fiscal, es posible deducir impuestos. Una práctica habitual y legal que reduce el coste tanto trimestral como anual que se debe abonar a Hacienda.
En este sentido, hoy, desde Asenze, nos hacemos eco de una noticia que acabamos de leer y te mostramos cuáles son los nuevos gastos que se pueden deducir las organizaciones en España.
Fuente de la noticia: autónomosyemprendedor.es
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Es poco probable que, como empresario, no sepas qué es deducir impuestos. Pero, por si las moscas, veamos en detalle en qué consiste esta práctica.
Se trata de un proceso por el cual se descuentan ciertos gastos a los impuestos que debes abonar a Hacienda.
Dicho de otro modo: son unos costes que tienes a lo largo del año y que reducen la cantidad de dinero a pagar durante la presentación de los modelos tributarios.
Deducir impuestos es algo común a todos los perfiles de contribuyentes. Personas físicas, autónomos o empresas: no importa. Sin embargo, los negocios son los que más suelen notar esta diferencia a fin de año.
Existen múltiples deducciones que se pueden aplicar. Destacando algunas como la creación de empleo, la inversión en I+D y las donaciones.
Ahora bien, recientemente se han sumado nuevos gastos deducibles y es fundamental que los tengas presente.
Es muy habitual confundir el término deducir con el de desgravar. No obstante, tenemos que alertarte de que no son lo mismo.
Mientras que deducir implica reducir el gasto completo, desgravar hace lo propio con un porcentaje concreto de dicho coste.
El ejemplo de desgravar más habitual es el IVA. Mediante el modelo 303, los empresarios pueden reducir el porcentaje de este impuesto cuando abonen el que han ido generando en sus facturas. Incluyendo las de los anticipos de clientes.
Puede que en ambos casos sea una forma de minimizar el impacto tributario en la empresa. También que sean elementos fundamentales en una buena estrategia fiscal.
Sin embargo, deducir y desgravar no son sinónimos.
El colectivo empresarial está continuamente buscando el modo de deducir impuestos. Y es que los pagos a la Agencia Tributaria no son precisamente asequibles.
Si bien es cierto que Hacienda pocas veces es piadosa con los empresarios, el Tribunal Supremo actúa de forma opuesta.
A lo largo de los últimos años, se han emitido múltiples sentencias que avalan la posibilidad de deducir ciertos gastos. Unos costes que, hasta la fecha, no entraban en las deducciones del Impuesto de Sociedades.
Así pues, te dejamos con los más destacados; tal y como nos cuentan desde esta noticia de Autónomosyemprendedor.es.
Cuando el Impuesto de Sociedades se paga con demora, automáticamente hay que hacer frente a una serie de intereses.
Desde Hacienda, se afirmaba que intentar deducir dichos sobrecostes era igual a eludir la sanción administrativa. Sin embargo, el Tribunal Supremo no lo ve igual.
Ya hay sentencias que determinan que estos intereses están asociados a los ingresos. Por lo que deben ser deducibles.
No obstante, debes saber que este gasto no puede superar el 30% del beneficio operativo durante un ejercicio. Tampoco puede ser superior a 1.000.000€.
De igual modo, esta sentencia hace referencia a los intereses de demora. No a las sanciones que interponga la Agencia Tributaria por no abonar los impuestos en tiempo y forma.
Aquí llegamos a una de las grandes disputas entre el tejido corporativo y Hacienda: deducir el sueldo de los socios.
Después de incansables luchas, el Tribunal Supremo dictó una sentencia en 2022 para determinar que el pago a los trabajadores es deducible.
Hacienda cambió su forma de actuar y admitió esta deducción. Es más, un año más tarde también aceptó que los sueldos de administradores y socios mayoritarios se dedujeran.
Una jurisprudencia esperada por muchos que va a marcar la diferencia a final de año.
Hacienda siempre ha defendido que para que un gasto sea deducible debe estar vinculado con un ingreso. No obstante, a la hora de la verdad esto no sucede así.
A menudo, estas ganancias tardan en llegar. O tienen un carácter abstracto. O incluso hay un gasto, pero el beneficio económico jamás se hace realidad.
Bien, pues esto es lo que ha argumentado el Alto Tribunal para reconocer los intereses de los créditos como un gasto deducible. Que, a pesar de no repercutir en un ingreso, sí está orientado al crecimiento de la empresa.
Así pues, siempre que sean de inscripción contable, de imputación con arreglo a devengo y tengan justificación documental, se podrán deducir.
En último lugar, llegamos a los gastos de promoción. O sea, todas las inversiones destinadas a la publicidad de una empresa.
Hasta la fecha, cuando una empresa promocionaba su marca en un evento, los gastos que se podía deducir eran muy limitados. Algo que acaba de cambiar.
A partir de este año, gastos como el merchandising, el alquiler de locales, la contratación de influencers o incluso las botellas de agua ya son deducibles.
Una novedad que no solo va a suponer un gran ahorro en el Impuesto de Sociedades. También va a servir para que los negocios sigan creciendo.
Ahora que ya tienes más claro qué impuestos puedes deducir al final del ejercicio de 2023, deja que seamos nosotros quienes lo hagamos por ti.
Desde Asenze estaremos encantados de diseñar una estrategia fiscal de lo más efectiva. Siguiendo, claro está, las últimas novedades del Tribunal Supremo.
Un proceso en el que estaremos siempre a tu lado. Trabajando codo con codo como un departamento más del negocio.
Como asesoría digitalizada, además, empleamos las herramientas virtuales más modernas. Lo cual nos permite operar en tiempo real para que tengas cualquier tema tributario siempre claro.
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