Las nuevas tecnologías han provocado que el trabajo remoto sea una posibilidad más en la rutina laboral de las empresas.
Una tendencia que se masificó durante los meses de cuarentena que nos trajo la Covid-19. Pero que no se fue cuando lo hizo la pandemia.
De hecho, ya hay normativas sobre las implicaciones fiscales del teletrabajo y obligaciones para la empresa.
Una serie de temas de interés que tu asesoría debe gestionar con maestría. Aunque si tiene un modelo de trabajo tradicional, es posible que no tenga control sobre dicha materia.
Motivo por el que cambiar de despacho puede ser una sabia decisión. Esta y otras razones las explicamos en nuestro ebook gratuito: descárgalo aquí.
El nuevo contexto digital en el que nos encontramos ha afectado en gran medida al tejido empresarial.
Un ejemplo claro de ello lo encontramos en el modelo 369, atendiendo al IVA de los e-commerce.
Sin embargo, la revolución más significativa quizás sea el hecho de no tener que contar con toda la plantilla en la oficina. El teletrabajo llegó para cambiarlo todo.
Una nueva modalidad que trae consigo todo tipo de ventajas. Tanto para el empresario como para los empleados.
Tal ha sido la repercusión de este sistema laboral que el Estado lo ha tenido que regular.
En la Ley 10/2021 se establecen todas las regulaciones del teletrabajo y las obligaciones para la empresa.
Para que se apliquen dichas normativas, debe haber un trabajo a distancia regular. Es decir, que represente el 30% de la jornada en un plazo de tres meses.
Veamos qué tienen que asumir los negocios por su aplicación.
Las empresas deben proveer a su plantilla de los elementos básicos para el desarrollo de sus funciones.
No obstante, estos gastos se deducen de forma anual de cara a Hacienda.
Ejemplo de ello son las sillas, los escritorios e incluso los equipos informáticos.
Al igual que sucede en el caso de las oficinas, proveer el hogar de cada trabajador con los materiales supone una serie de deducciones fiscales de interés.
El IAE es un impuesto al que todas las empresas se deben acoger y abonar según su tipo de actividad y ubicación.
Con la nueva ley del teletrabajo, muchos se preguntan si los domicilios se pueden considerar como centros de trabajo.
Es decir, ¿hay que dar de alta cada una de las casas de los miembros de la plantilla?
Sin embargo, se ha determinado que solo han de considerarse como centros de trabajo los locales sobre los que la empresa tiene un título directo. Así que no: no entran dentro del IAE.
No obstante, siempre hay excepciones. Motivo por el que te recomendamos que hagas esta consulta a tu asesoría.
Ciertos ingresos asociados a las actividades laborales en el extranjero quedan exentas de impuestos. Una ventaja fiscal muy notable.
Puesto que el teletrabajo habilita que parte de la plantilla esté en otro país, hay que preguntarse si es posible disfrutar de este beneficio.
Ahora bien, no sirve con que haya una reunión con personas en otro país a través de teleconferencias. Toda la actividad se debe desarrollar fuera de España.
Los proyectos con varios empleados que se realizan parte dentro del territorio nacional y otra parte fuera no computan en este marco fiscal.
Las obligaciones del teletrabajo para empresas no sólo están asociadas a la Agencia Tributaria. Es igual de importante respetar la ley para cuidar del bienestar de los empleados.
Las franjas horarias deben tener cierta flexibilidad en el teletrabajo. No obstante, se ha de respetar siempre la desconexión laboral.
No importa que tus trabajadores estén a una llamada o un mensaje de distancia. Si han terminado la jornada, hay que esperar al día siguiente para interactuar con ellos.
Una obligación que muchos pasan por alto. No obstante, si el empleado denuncia, la sanción no tardará en llegar.
Al igual que conocer las implicaciones fiscales del teletrabajo y obligaciones para la empresa, hay que revisar qué responsabilidades asumen los empleados.
Recordemos que son el verdadero motor de tu negocio. Por lo que es imperativo que den la talla.
Antes de nada, ten claro que el contrato laboral estipula todo aquello que deben realizar en su puesto. También sus condiciones salariales.
Sin embargo, puesto que no estarán bajo una supervisión constante, su responsabilidad ha de ser impecable.
¿Ya conoces el reto del teletrabajo y las obligaciones para la empresa? Genial. Ahora es el momento de ponerlas en práctica.
Como asesoría digitalizada, estamos a la vanguardia de todo lo que sucede en este contexto histórico determinado por la tecnología.
Llevamos desde nuestros inicios trabajando en remoto con nuestros clientes. Lo cual nunca nos ha impedido estar a su lado, siendo un departamento más de la empresa.
En consecuencia, si quieres alcanzar la excelencia en esta nueva dinámica laboral, en Asenze te ayudamos a lograrlo.
Gestionaremos todas las cuestiones fiscales asociadas al teletrabajo. También te guiaremos para que mantengas el rendimiento corporativo con tu plantilla en casa.
Un servicio para el que nos consideramos como la mejor asesoría posible. Así que, si quieres dar un paso en firme hacia el futuro, habla con nosotros.
¡Te estamos esperando!
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