En el mundo empresarial, gestionar eficientemente las finanzas es esencial para el éxito a largo plazo de cualquier compañía.
Uno de los aspectos cruciales de esta gestión financiera es la recepción de anticipos de clientes, una práctica que a menudo se pasa por alto, pero que puede marcar una gran diferencia en la salud financiera de una empresa.
En este artículo, comentaremos qué es un anticipo de clientes, por qué beneficia a la empresa y cómo se contabiliza correctamente.
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Antes de entrar de lleno en cómo contabilizar un anticipo de clientes, es importante dejar claro en qué consiste este concepto.
Se trata del dinero que recibe la empresa por parte del cliente previa ejecución de los servicios o entrega de los productos que vende. Es decir: un adelanto de aquello por lo que se le va a pagar.
En cuanto el trabajo se realice, el anticipo percibido se descontará de la factura total.
Estamos ante una práctica muy habitual en el entorno corporativo. Más todavía en aquellos casos en los que vas a tener que hacer una inversión sustancial para desarrollar el proyecto en cuestión: no importa si es de tiempo o de dinero.
No obstante, si realmente quieres que esto te sea beneficioso, es fundamental saber cómo contabilizar anticipo de clientes.
Un elemento clave en términos de contabilidad y de tesorería que debe dejar un rastro claro en aras de evitar posibles conflictos con las autoridades.
Como bien venimos comentando, la contabilidad del anticipo de clientes es un elemento esencial para cobrar este tipo de adelantos económicos.
Debido a ello, se debe registrar en los Libros de Contabilidad en el balance de situación.
Pero, ¿cómo se hace esto? Para entenderlo, es conveniente recurrir al Plan General Contable. En este documento, se especifica exactamente dónde debe ir el anticipo de clientes.
Así pues, se ha de contabilizar en la cuenta 438, la cual tiene la designación de “Anticipo de clientes”. En este punto, los ingresos se establecerán tanto en el subgrupo 57 como en el subgrupo 70.
Con todo lo previamente explicado, podemos determinar que la cuenta de anticipo de clientes es el marco de la contabilidad destinada a estos adelantos de dinero.
Asimismo, has de saber que los anticipos fijan un compromiso entre ti y el cliente. A partir de ese momento, le deberás un bien.
Si te preguntas si el anticipo de clientes es activo o pasivo, la respuesta es que es el segundo supuesto. Motivo por el que debe figurar en el pasivo corriente dentro del balance de situación.
Esta cuenta, además, puede cancelarse en dos supuestos diferentes.
El primer caso es que se realice la venta definitiva del producto asociado al anticipo. Dicho de otro modo: que envíes el resto de la factura.
Por el contrario, si la venta no se lleva a cabo, deberás devolver el capital obtenido.
Ahora que ya sabes qué es el asiento contable de anticipo de clientes, es el momento de hablar de las connotaciones fiscales de esta entrada de dinero.
Es evidente que, como cualquier otro ingreso, el marco tributario afecta a los adelantos económicos de los clientes.
Pero, ¿dónde y cómo se refleja el asiento de anticipo de clientes ante Hacienda?
Muy sencillo: en el Impuesto de Sociedades y en el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA).
Veámoslo con más detalle.
El Impuesto de Sociedades se presenta de forma anual siempre y cuando tus operaciones superen los 3.005’06€.
Para ello, tendrás que rellenar el modelo 347 de la Agencia Tributaria. Momento en el que has de plasmar todo aquello asociado a la contabilidad del anticipo de clientes.
Tanto si la factura anticipada coincide con la definitiva como si no, es importante reflejar el cómputo total en el Impuesto de Sociedades.
En este punto, lo mejor es ponerse de acuerdo con el cliente. Puesto que puede haber discrepancias entre su declaración y la tuya. Lo más conveniente es que todo esté en orden para evitar gestiones venideras con Hacienda.
Tal y como sucede en cualquier otra factura, el anticipo de clientes está sujeto a IVA.
Cuando elabores este tipo de facturas, tendrás que incluir el 21% extra asociado a dicho impuesto. Posteriormente y de forma trimestral, tendrás que declararlo a través del modelo 303.
Así pues, cada ejercicio deberás abonar el 21% de los adelantos junto al resto del IVA de tus facturas.
Registrar los ingresos, hacer las declaraciones fiscales, saber si se trata de un anticipo de clientes activo o pasivo… La lista de quebraderos de cabeza no es corta.
Puesto que sabemos que lo último que deseas es añadir más preocupaciones a tu día a día como empresario, te animamos a que delegues funciones en una asesoría. Concretamente en una asesoría digitalizada.
En Asenze entendemos bien las necesidades de nuestros clientes. Sabemos bien lo agradecido que es recibir un adelanto económico para así tener unas garantías del futuro pago.
Por eso, gestionamos los anticipos con absoluto compromiso. Una labor que llevamos a cabo a través de las herramientas virtuales más modernas.
Esto nos permite trabajar tus cuentas en tiempo real. Y sí, te daremos acceso a estos programas para que tú también seas consciente de tu estado financiero en todo momento.
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