La contabilidad de una empresa es uno de los temas que más quebraderos de cabeza presenta. No es para menos: son muchas las operaciones que se llevan a cabo a diario en cualquier negocio.
Por si la cantidad no fuera suficiente, la variedad de transacciones también complica las cosas. Es decir, las diferentes categorías de pagos que existen, cada una con sus propios requisitos de contabilización.
Ante tal realidad, hoy nos queremos hacer eco de una de estas categorías para enseñarte cómo contabilizar la provisión de fondos.
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El primer paso para llevar a cabo este tipo de gestiones es, evidentemente, saber qué es provisión de fondos.
La definición más simple es que se trata de una cantidad de dinero que se pide por adelantado sobre la liquidación final de un servicio. El objetivo de dicho anticipo es cubrir los gastos del encargo en base a posibles costes futuros.
Ahora bien, no debes confundir este término con el anticipo de clientes. Aunque se asemejen, no son lo mismo. La diferencia más clara es que la provisión de fondos sirve para cubrir gastos futuros y el anticipo de clientes para asegurar la entrega del servicio contratado.
Por norma general, la provisión de fondos suele ser entre un 40% y un 50% sobre el coste total. Aunque hay quien solicita el pago total de los honorarios durante la provisión de fondos.
La provisión de fondos influye en la contabilidad de la empresa. Sin embargo, lo hace a su modo y es importante que tengas claro cómo hacerlo.
El registro se debe plasmar, comúnmente, como una disminución del patrimonio neto de la empresa. Por lo que se trata de un elemento pasivo en el balance.
Entonces, ¿cómo contabilizar la provisión de fondos? Veamos las dos opciones que se plantean:
Además de estos registros, debes crear un asiento contable. De este modo, debitarás y acreditarás la cuenta de provisiones en el balance.
En caso de que se produzca algún cambio, entonces deberás ajustar dicha provisión.
Somos conscientes de que esto de contabilizar la provisión de fondos no es nada fácil. Que hay múltiples situaciones que te pueden confundir.
Debido a ello, desde Asenze hemos querido elaborar un listado de preguntas y respuestas. Así, abordamos las dudas más comunes sobre este tema.
Presta especial atención a todo lo que te contamos.
Es posible que, sin tan siquiera saberlo, tanto tú como tu asesoría estéis cometiendo errores en esta gestión contable: subsánalos antes de que haya consecuencias.
Para que se produzca una provisión de fondos existen ciertos requisitos que se han de cumplir en todos los casos.
Aquí te los dejamos:
Según el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas de España, las provisiones de fondo se deben plasmar en las cuentas del subgrupo 55, segunda parte, del Plan General de Contabilidad.
Esto atañe a aquellas operaciones realizadas por orden del cliente. Sin embargo, si se trata de una actividad ordinaria, se habrá de plasmar en el subgrupo 70.
A rasgos generales, las provisiones de fondos se dividen en las que dependen del plazo de pago y las que responden al tipo de gasto.
Mientras que las segundas se categorizan a largo plazo o a corto plazo, las segundas tienen hasta tres acepciones:
Llegados a este punto, esperamos que tengas más claro cómo contabilizar la provisión de fondos. Tanto los emitidos como los percibidos.
Sin embargo, puesto que es probable que tengas ya mucho de lo que preocuparte, desde Asenze nos ofrecemos para asumir esta labor.
Como asesoría digitalizada trabajamos con las últimas herramientas de contabilidad. Lo cual nos permite operar a tiempo real para ajustar cualquier modificación.
No nos escondemos detrás de llamadas que dan tono y nunca se responden. Sino que nos integramos en tu empresa para trabajar en el marco financiero como un departamento más.
Por eso, bien sea con la contabilidad de provisión de fondos o con cualquier otra área de gestión económica e incluso fiscal, estaremos a tu lado.
¿Te animas a dar el paso a este nuevo modelo de asesoría? Escríbenos y te responderemos en el acto para defender tu negocio.
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